JOSÉ ANTONIO MUÑOZ “EL CHOZAS”: CREATIVIDAD Y SABOR FLAMENCO EN LA PEÑA SEVILLANA “LA POLEA”
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ “EL CHOZAS”: CREATIVIDAD Y SABOR FLAMENCO EN LA PEÑA SEVILLANA “LA POLEA” (16-6-2023) EN EL CICLO “HONORES A MANUEL HERRERA RODAS”
JOSÉ CENIZO JIMÉNEZ
Hacía bastante tiempo que no veíamos a José Antonio Muñoz “El Chozas” en directo y bien que nos ha sabido el reencuentro. Este cantaor, uno de los más destacados de esa generación que a partir de los años setenta, al calor o no del mairenismo, supieron entre todos (y todas, desde luego) crear una generación de primera categoría. Los que viven (algunos, como Miguel Vargas o Rufo de Santiponce no por desgracia) han pasado los setenta años y aún nos deleitan con su calidad, su impresionante afición, su sabor flamenco que a menudo añoramos los que hemos pasado de los sesenta y alcanzamos a verlos de cerca cuando estaban en plenitud. Ahora, en mayor o menor medida, pasada esa edad en la que lo más importante empieza a ser simplemente llegar aceptablemente, su fuelle no es el mismo, pero a cambio nos entregan su empeño, modulan su cante con más profundidad y sentido, nos llegan con más facilidad diríamos.
Esto nos pasó a nosotros, y por los oles continuos a muchos de los asistentes, la noche de este reencuentro con el cante clásico pero lleno de personalidad y de creatividad del Chozas, cantaor sevillano reconocido con importantes galardones como el premio del concurso de Mairena del Alcor (cuando ganarlo era, como dijo, una puerta a la profesionalidad y el prestigio, porque los presentados a concurso eran nombres muy relevantes). Grabó varios discos, llenó peñas flamencas de mil lugares y entre la afición tuvo y tiene un sitio especial por lo indicado, llegando a alcanzar verdadera fama por algunas de sus aportaciones en tangos y bulerías, por ejemplo, o por la personalísima interpretación y difusión del fandango de Antonio El Pichichi.
Anoche acudió a la cita del recital del ciclo organizado por la Unión de Peñas y Entidades Flamencas de Sevilla, presidida por el admirado Miguel Camacho, profesor de Lengua y Literatura ya jubilado, como nosotros, aficionado cabal, que está llevando mucho público, y joven, a las peñas nuevas como La Polea, Las Asarvahás o la que él mismo preside también, Aires Flamencos. En La Polea -en el corazón de Ciudad Jardín de Sevilla- vimos al Chozas, acompañado de un guitarrista de sobra autorizado por su trayectoria como es Manuel Espinosa (Lito Espinosa), sevillano que acompaña al baile y al cante con maestría (su esposa es la gran cantaora Alicia Gil, presente allí).
El cantaor inició su noche con un palo curioso, al toque por soleá y con remate de fandango abandolao (Un venero de agua clara / yo me quisiera volver...”), con letras preciosas de amor (“Quisiera entre pinos allí arriba en la montaña...”) y una dicción íntima que nos enganchó con ese fondo musical indicado tan hermoso y los tercios largos con ecos de soleá apolá y su pausado e intenso paso, de estilos de ida y vuelta (milonga) o de romance, a modo de recitado efectivo y lleno de emoción -al modo de Pinto o de Marchena, y del Malagueño, con su milonga con fandango como la que nos ha hecho nuestro cantaor-, una hermosa interpretación en todo caso, pura miel para ganarse los cuerpos y las almas. Manolo el Malagueño la interpreta en este enlace:
Y en este otro el mismo Chozas en otra ocasión, años antes en plena madurez, con Rubén Levaniegos, en la peña Torres Macarena:
Siguió con cantes mineros, con una clásica letra de cartagenera como “Acaba, penita, acaba”; fandangos con un recuerdo al monumental Paco Toronjo; soleares de Triana -quizá lo mejor del recital-; unos fandangos personales recordando a mágicos referentes como El Bizco Amate -esa letra tan famosa del juez que le pregunta que de qué se mantenía...- o Antonio El Pichichi; y tangos con su acusada personalidad que, como decimos, le dio bastante difusión artística y muchos recitales en peñas y festivales.
Hubo un momento para nosotros mágico y emotivo de veras. Tenemos que decir, tengo que decir que que cada uno tiene su colección de momentos de pellizco o duende, como digo yo, en directo o en grabaciones, que en mi pellizco mando yo. Los míos son algunos como las seguiriyas de Miguel Vargas en la Bienal de 1980, así como los fandangos de Calixto en la misma, El Pele en el Aula Magna de Filología de Sevilla, Juan Antonio Chacón en Torres Macarena por soleá (nos dijo en una entrevista que para él también fue especial), un mano a mano cordial en Paradas entre la guitarra de Ricardo Miño y el piano de su hijo, entre otros. Pues bien, la noche del Chozas ya la tengo por otro momento especial. En concreto, varias letras dedicadas a las madres que hizo con maestría y que me llegaron además porque, como dijo, estaba presente allí su madre, de 101 años, y yo giraba la cabeza y la veía emocionada, y emocionado yo. Ya sé que como el pellizco de cada asistente es libre, único e intransferible, ustedes dirán que muy bien, pero tenía que decirlo. Y quizá hacerlo sea, a la postre, más importante que decir qué estilos hizo, o eso empiezo a pensar después de muchos años de aficionado y bastantes también haciendo críticas, o mejor reseñas o comentarios de actos flamencos, como prefiero llamarlo. Es tan grande el flamenco, lo es en mi vida, que decirlo es una obligación. Lo mismo hacemos más afición, creamos más acicate entre los profanos y no profanos así, ojalá acudan a las grabaciones y directos de este cantaor y de otros de su generación maravillosa. Y, por favor, no los olvidemos, aún están bien y espero que sigan estando. Para abrir la boca, aquí dejo un enlace con uno de sus cantes, por guajira, en YouTube, hay alguno más, pero veo pocos, entre todos podríamos subir alguno o difundir al menos los existentes:
Una noche, en fin, para el recuerdo, para mi recuerdo. Y muy emotiva además por tratarse del ciclo “Honores a Manuel Herrera Rodas”, dedicado a este señor, a este gigante de la afición flamenca, como lo definí en mi artículo sobre su trayectoria (enlace https://elegirhoy.com/blog/post/adios-al-gigante-de-la-aficion-flamenca-manuel-herrera-rodas-1). Por petición de los organizadores del ciclo, a través de Juan Nogales, con quien compartí el recital, hicimos un escrito con un resumen de su significación, para que fuera leído en cada peña. De forma resumida, la presidenta de La Polea, Inés Durán Montero, le dio voz esta noche. Gratitud por tanto regalo para la vida, a través de la música y el flamenco, al Chozas y a Lito Espinosa. Y gracias y enhorabuena por este ciclo hecho con tanta categoría y tanto calor humano.
Fotos de José Cenizo y archivo: El Chozas con Lito Espinosa; El Chozas con Lito Espinosa, Juan Nogales y José Cenizo.